jueves, 12 de febrero de 2009

compartiendo piso, episodio 1

Llevo desde hace dos años compartiendo piso. La gente cuando se lo dices cree que tu vida debe de ser como un capítulo de Friends, nada mas lejos de la realidad.
Ventajas tiene a raudales, la principal el dinero. No es lo mismo una renta de 600 euros que una de 200. Inconvenientes otro tanto, el principal la soledad: la añoras.
Cuando te levantas viene el primer problema: un baño para tres chicas. Poco a poco cambias tus hábitos: una se acaba duchando siempre de noche para no andar con prisas. Si te levantas la ultima vale mas que no entres a la cocina porque con las prisas alguna siempre dejó su cuenco del desayuno sin fregar. Si quieres una noche romántica con tu chico mas te vale tunear tu cuarto porque será el único sitio donde podreis estar porque el salón de noche es donde siempre están las demas para fumar y ver la tele. ¿Comida? Márcala si quieres que siga siendo tuya al día siguiente. Eso sí, cuando un día llegas y no hay nadie en casa te sientes super rara.
Pero tiene cosas geniales. Un día cualquiera por semana puede transformarse en lo mas divertido del mundo, las mini fiestas caseras se improvisan. Una trae unas birras, otra pone la música y la tercera hace un pincheo. Conoces gente nueva a raudales porque sois tres círculos sociales completamente diferentes. A final de mes tu economía sigue siendo una realidad, tienes dinero. Y sobre todo cuando estás de bajón tienes a dos personas que te apoyarán incondicionalmente.
No es oro todo lo que reluce... pero tiene su punto.

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